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Duelo

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¿Qué es el Duelo?

Entendemos por duelo el proceso psicológico que aparece tras la pérdida de alguien o algo que es significativo para nosotros o que ha pertenecido a nuestras vidas. El duelo es una reacción normal que aparece en todas las personas ante la pérdida y nos ayuda a adaptarnos a la nueva situación en la que aquello que perdimos ya no está. Durante este proceso aparecen una serie de fases, que se refieren al estado psicológico general en el que se encuentra la persona en cada momento. Estas fases son:

  • Negación. Hay una sensación de que lo ocurrido no es verdad. La negación es una especie de anestesia cuya función es dar un tiempo a la mente para asimilar lo ocurrido.
  • Ira/enfado. Aparecen sentimientos de injusticia, de frustración ante el hecho de no poder hacer nada. En esta fase también podemos comenzar a buscar culpables. Es una emoción que nos moviliza rápidamente después de la anestesia que hemos pasado con la negación.
  • Culpa. Las ideas principales en esta etapa versan sobre lo que se podría haber hecho y no se hizo, evocando fuertes sentimientos de culpabilidad. Recordamos una y otra vez situaciones del pasado para pensar en qué podría haber cambiado, quizá desatendiendo elementos o situaciones del presente. Es conocida también como etapa de negociación.
  • Tristeza. En esta etapa nos sumimos en una profunda desesperanza y sentimiento de vacío ante la pérdida. La función de esta etapa es traernos de nuevo al presente, donde la pérdida es patente y al no poder ya negarla o negociarla debemos enfrentarnos a ella.
  • Aceptación. Se refiere a la elaboración de la pérdida. No sólo la hemos asumido, sino que le hemos dado un espacio dentro de nuestra mente o nuestra historia, un espacio en el que lo que hemos perdido siempre podrá existir, pero a la vez nos permitirá seguir viviendo en una realidad en la que ya no está.

Estas fases suelen aparecer en las personas, pero no es necesario pasar por todas ellas ni en este orden.

Se estima que un proceso de duelo normal tiene una duración media de 6 a 18 meses. Para poder considerar que existe un duelo es patológico no solo hay que atender a la duración sino también a la intensidad de las reacciones emocionales.

En Rubik te ayudaremos a llevar mejor la perdida y aprenderás a manejar las situaciones de forma más saludable.

Tipos de Duelo complicado

Duelo reprimido

No hay tristeza por la pérdida. Pueden presentar síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas de estómago como resultado de reprimir sus emociones. Estos sentimientos podrían expresarse en un duelo posterior al que se generaron creando una sintomatología más intensa de lo que debería.

Duelo aplazado

Aparecen algunas emociones pero no todas, o bien aparecen todas pero en una intensidad menor. Los síntomas reaparecen en toda su intensidad ante un evento o situación que reabre la herida y que no necesariamente tiene que ser otra pérdida.

Duelo crónico

Aparecen reacciones emocionales intensas durante más tiempo de lo considerado normal. La pérdida le impide reorganizar su vida ante la ausencia. Pueden aparecer rituales como dejar las cosas tal y como las dejó el difunto u homenajes diarios.

Duelo desautorizado

Aquellos duelos que el entorno o la sociedad no permiten o a los que resta valor dejando a la persona que sufre sin una red de apoyo y pasando por el proceso en soledad o secreto, por ejemplo, los duelos por aborto, por rupturas de pareja…etc.

Duelo exagerado

Aparecen las reacciones del duelo normal, pero a una intensidad muy elevada. La persona se siente desbordada por el dolor y genera estrategias para alejarse de él, como consumo de sustancias, centrarse totalmente en el trabajo…etc. Este cuadro puede generar trastornos de ansiedad o depresión.

Idealización

Se rememoran solo las características positivas de aquello que se perdió, comparándola con otras del mismo tipo (por ejemplo, con otras personas) y menospreciando siempre a las otras. Pueden incluso negarse las circunstancias de la pérdida si estás no fueron acorde con esta idealización.

Identificación

En ocasiones pueden adoptarse comportamientos o actitudes de la persona perdida en un intento por mantenerla viva o padecer síntomas similares a los que tuvo el fallecido.

Duelo eufórico

No existe reconocimiento de la pérdida, asumiendo que lo perdido sigue presente o se reconoce pero se alegra de la misma. Es el tipo más infrecuente.

¿Qué puede hacer que la elaboración de un Duelo se complique?

 Nos encontramos con siguientes factores de riesgo para el duelo patológico:
  • Pérdida súbita o inesperada, muertes por asesinato, catástrofe o suicidio.

  • Pérdidas acumuladas, muy seguidas. También si hay pérdidas múltiples en un mismo suceso

  • Si se tenía una relación difícil con la persona que se ha perdido

  • Si la persona fallecida tenía especial importancia a la hora de mantener a la familia económica o emocionalmente.

  • Antecedentes de trastornos mentales en el doliente, duelos no resueltos o discapacidad.

  • No existe una red de apoyo social o esta es escasa.

¿Cuáles son las etapas de Duelo?

 El Duelo se divide en 5 etapas principales:
  • Negación: En esta etapa se tiende a pensar que no esta sucediendo, que no es real, de este modo nos enfrentamos al echo pensando que no ha ocurrido.

  • Ira: Se pregunta de forma constante quien es el culpable y porque esta sucediendo, de forma agresiva, es una etapa en la que se busca explicación al suceso.

  • Negociación: Se intenta evitar que vuelva a suceder haciendo cambios en la vida de uno mismo, eso si, solo se realizan los cambios si la persona tiene la seguridad de que no volverá a pasar por esa situación.

  • Depresión: Ya nada tiene importancia, es la etapa en la que la tristeza y la realidad pesan mas que cualquier otro estado emocional, ya que en este momento la persona es consciente de que el suceso a ocurrido, y se derrumba.

  • Aceptación: Esta etapa es la última, es cuando la persona se encuentra en paz, asimilando y asumiendo los acontecimientos, no por ello deja de sentirse triste, pero en este momento ya es consciente de que tiene que seguir adelante.